El mercado de automoción, entre la crisis de las ‘start-ups’ y el auge eléctrico

El mercado de automoción, entre la crisis de las ‘start-ups’ y el auge eléctrico

La plataforma británica Cazoo, especializada en la compraventa de coches online, ha anunciado su retirada del mercado español y del resto de la Unión Europea. Esta decisión estratégica afecta directamente a la empresa barcelonesa Swipcar, que fue adquirida por Cazoo el pasado noviembre y que, por ahora, solo opera como una web de renting de vehículos. El movimiento responde a un cambio de estrategia de la compañía con el objetivo de preservar caja y centrarse en la rentabilidad, una exigencia creciente de los fondos de inversión ante la desfavorable coyuntura global. La compañía ya había decidido recortar 750 empleos en su sede central el pasado junio.

El desplome de un ‘unicornio’

“Abandonamos Alemania, Francia, Italia y España para focalizarnos en el mercado inglés y conseguir la rentabilidad. Prevemos ahorrar 110 millones con este movimiento”, apuntó la empresa en un comunicado. Cazoo alcanzó el estatus de ‘unicornio’ (valoración de 1.000 millones de euros) en apenas 18 meses, un tiempo récord que catapultó a su fundador, Alex Chesterman, cuyo objetivo era “transformar el modo en que la gente compra coches en Europa”.

Pese a levantar más de 2.000 millones y llevar la compañía a la bolsa de Nueva York con altísimas expectativas, las pérdidas se duplicaron en 2021 hasta los 280 millones, aunque los ingresos se triplicaron hasta 770 millones. El grupo seguía invirtiendo fuertemente en marketing y crecimiento, una estrategia que atemorizó a los inversores en el actual contexto de hiperinflación y caídas bursátiles, llevando a Cazoo a perder su valoración de ‘unicornio’ y forzando los recortes.

El impacto en España

La decisión tiene un impacto directo en Barcelona, ya que Cazoo aterrizó en España mediante la adquisición de Swipcar. La ‘start-up’ catalana, fundada en 2017 por Julio Ribes, Pablo Pascual y Blas Gil, controlaba el mercado español y tenía presencia en Francia e Italia. Cazoo pagó 30 millones de euros por el negocio, una suma generosa considerando que la facturación de Swipcar fue de 3 millones en 2020. Esta operación supuso una buena rentabilidad para los fundadores, que se desvincularon de la empresa poco tiempo después. Además, esta retirada deja en el aire el patrocinio de varios clubes de fútbol, entre ellos el Valencia y la Real Sociedad.

El giro del mercado hacia la electrificación

Mientras el modelo de negocio digital de Cazoo se repliega en Europa por presiones financieras, en otras partes del mundo, como Australia, la transformación del sector se acelera. Allí, el cambio no se centra en el modelo de venta, sino en el producto: el auge imparable de los vehículos eléctricos e híbridos frente a la combustión tradicional.

Las ventas de eléctricos baten récords en Australia

En Australia, las ventas de coches eléctricos continúan alcanzando nuevos niveles récord. Según los últimos datos trimestrales de la Australian Automobile Association (AAA), la cuota de mercado de los vehículos con motor de combustión interna (ICE) cayó por primera vez por debajo del 70%. Los vehículos eléctricos puros representaron el 9,7% de los coches nuevos vendidos en los tres meses hasta septiembre, la proporción más alta registrada. En ese período se vendieron 29.298 vehículos eléctricos de batería, superando ligeramente el récord del trimestre anterior.

El declive de la combustión

Las ventas de híbridos (49.929 unidades) e híbridos enchufables (12.460) también aumentaron significativamente. Este incremento coincide con una notable caída en la demanda de vehículos de combustión. Se vendieron un total de 210.458 coches de gasolina en el último trimestre, una cifra inferior a los 226.306 del trimestre previo. La cuota de vehículos de combustión (69,65%) ha descendido más de un 12% en menos de dos años. La proporción es aún menor en estados como Nueva Gales del Sur (68,74%) y Victoria (68,04%), y en el Territorio de la Capital Australiana, los coches de gasolina ya suponen menos de la mitad de las ventas.

El debate sobre los incentivos

Aman Gaur, del Electric Vehicle Council (EVC), celebró el crecimiento de las ventas de eléctricos y el declive de los vehículos de combustión. “La tendencia de los últimos dos años es clara: los australianos se están alejando de los coches peligrosos para el medio ambiente y caros de mantener, en favor de los electrificados, ahorrando mucho dinero”, afirmó. Sin embargo, la Autoridad de Cambio Climático ha estimado que los vehículos eléctricos deberían representar la mitad de las ventas de vehículos ligeros durante la próxima década para que el gobierno alcance sus objetivos de reducción de emisiones.

El desafío de la recaudación fiscal

Pese al optimismo, el EVC insta a los gobiernos estatales y territoriales a restablecer los subsidios a los vehículos eléctricos que han sido eliminados, como la popular rebaja de 3.500 dólares en Australia Occidental. “Estos incentivos iniciales deben implementarse para que los australianos puedan seguir dando el salto”, dijo Gaur.

Paralelamente, surge un desafío fiscal. Matt Kean, presidente de la Autoridad Climática, advirtió que un impuesto propuesto por el uso de la carretera (para reemplazar los ingresos perdidos por los impuestos sobre el combustible) podría ser un “viento en contra” para la adopción masiva de vehículos eléctricos. El tesorero, Jim Chalmers, ha declarado “no tener prisa” en desarrollar este sistema, a pesar de la presión de los estados, que necesitan fondos para el mantenimiento de las carreteras. Gaur concluyó que “la transición no puede tener éxito si solo un nivel de gobierno hace el trabajo pesado”.