Retroceso en la cotización de Apple
La acción de Apple registró el 23 de junio de 2025 un descenso hasta los 173,94 euros, lo que supuso la ruptura a la baja de su media móvil de 20 días. A las 13:52 horas, el valor cotizaba en 175,47 euros, con un ligero repunte del 0,86 %, pero en un contexto de tendencia negativa que se arrastra desde el 10 de marzo de 2025. Desde entonces, la acción ha perdido un 18,73 % de su valor y se encuentra un 16,14 % por debajo de su media móvil de 200 días.
Evolución a largo plazo
A lo largo de diferentes horizontes temporales, la acción de Apple ha mostrado una marcada volatilidad. En los últimos seis meses, el valor máximo fue de 245,50 euros y el mínimo de 154,84 euros, con una diferencia del 32,69 %. A nivel anual, el mínimo fue aún más pronunciado: 154,44 euros, lo que representa una caída del 33,03 % respecto al máximo.
En periodos más amplios, como los últimos 5, 10 o incluso 20 años, las cifras demuestran un crecimiento impresionante a largo plazo. Desde septiembre de 2004, cuando el título cotizaba a solo 0,54 euros, el incremento ha sido del 37.845,95 %. No obstante, a corto plazo, la perspectiva sigue siendo bajista. Mientras la acción no supere ninguna media móvil significativa, el próximo objetivo podría situarse en el mínimo de los últimos 12 meses, registrado el 8 de abril de 2025 en 157,36 euros. Esto implica un posible descenso adicional del 9,53 %.
El chip A19: eficiencia por encima de la potencia bruta
En paralelo al comportamiento bursátil, Apple también marca una nueva dirección en el desarrollo de sus procesadores. Según filtraciones desde China, la compañía habría decidido priorizar la eficiencia energética en su próximo chip A19, en lugar de apostar por una mejora agresiva del rendimiento computacional.
Esta decisión estratégica situaría, al menos temporalmente, a Apple por detrás de competidores como Qualcomm en términos de potencia bruta. Sin embargo, no se trataría necesariamente de una desventaja. Apple ya habría demostrado que puede liderar el mercado si así lo desea, pero en esta ocasión su objetivo sería otro: prolongar la autonomía de los iPhones sin sacrificar la experiencia del usuario.
Qualcomm se adelanta con el Snapdragon 8 Elite 2
En este nuevo escenario, Qualcomm ha reaccionado con rapidez. La empresa ha decidido adelantar el lanzamiento del Snapdragon 8 Elite 2 al 23 de septiembre de 2025. Esta maniobra busca posicionar el nuevo chip en el centro del debate tecnológico justo antes de que Apple anuncie oficialmente el A19.
El movimiento podría dar frutos si el nuevo Snapdragon supera en rendimiento al A19, ya que muchos de los modelos más destacados del ecosistema Android incorporarán este procesador. No obstante, la comparación directa no es tan sencilla como antes.
Más allá de los benchmarks
Hoy en día, las cifras de rendimiento puro han dejado de ser el único referente. Lo fundamental es cómo los distintos núcleos del procesador —de alto rendimiento, de eficiencia y de inteligencia artificial— trabajan de forma conjunta para optimizar el uso de energía y ofrecer una experiencia fluida.
Un procesador puede tener una frecuencia de reloj elevada, pero si agota la batería en pocas horas, pierde toda su ventaja. Por eso, tanto Apple como Qualcomm han optado por enfoques distintos, pero complementarios: chips que no solo sean potentes, sino también inteligentes en la gestión de recursos energéticos.
Conclusión: dos caminos hacia un mismo destino
Mientras Apple redefine su estrategia tecnológica apostando por una mayor eficiencia en sus chips, el mercado bursátil continúa exigiendo resultados a corto plazo. La caída de sus acciones refleja incertidumbre, pero la empresa mantiene su apuesta por la innovación orientada al usuario. Por su parte, Qualcomm busca capitalizar el momento con una ofensiva mediática. Ambos gigantes persiguen el mismo objetivo: dispositivos más potentes, eficientes y duraderos. La batalla no se libra únicamente en cifras, sino en la experiencia real del día a día.