Ikea acelera su expansión en España con un nuevo formato de tienda en Barcelona y un firme compromiso con la sostenibilidad

Ikea acelera su expansión en España con un nuevo formato de tienda en Barcelona y un firme compromiso con la sostenibilidad

La estrategia del gigante sueco se centra en la proximidad al cliente urbano y en un modelo de negocio donde la rentabilidad y la lucha contra el cambio climático van de la mano, tal como ha destacado su CEO, Jesper Brodin, en la Climate Week 2025.

El desembarco en el corazón de Barcelona

Ikea refuerza su presencia en Cataluña con la inauguración de su primera tienda urbana en el centro de Barcelona. El nuevo establecimiento, ubicado en un lugar estratégico de la Avenida Diagonal, concretamente en los números 445-447, abrirá sus puertas próximamente en un local de 544 metros cuadrados que anteriormente ocupaba la firma de moda Nice & Crazy. La operación inmobiliaria ha contado con el asesoramiento de la consultora Savills Aguirre Newman.

Este movimiento marca un punto de inflexión en el modelo de expansión de la compañía en España, apostando por espacios más accesibles para el consumidor y adaptándose a las nuevas tendencias del mercado.

Un nuevo concepto centrado en el cliente

A diferencia de los grandes centros comerciales situados en las afueras de ciudades como Sabadell o L’Hospitalet, este nuevo formato, denominado Planning Studio, no funcionará como un almacén tradicional. Aquí, los clientes no recorrerán los pasillos con un carro para llevarse los muebles al momento. El enfoque estará puesto en el asesoramiento personalizado, el diseño de interiores y la planificación de espacios.

Según Petra Axdorff, directora de Ikea Ibérica, esta apuesta responde a dos tendencias claras: la demanda creciente de “espacios más pequeños y una atención más personalizada” y la valoración de la cercanía para evitar largos desplazamientos en coche. “Queremos ser más accesibles y asequibles para todos los consumidores”, afirmó Axdorff. Este concepto ya ha sido implantado con éxito en grandes capitales mundiales como Nueva York, Londres, Estocolmo o Copenhague.

Una visión global: La sostenibilidad como motor económico

La estrategia de adaptación a las nuevas realidades urbanas va de la mano de una filosofía corporativa más profunda, donde la sostenibilidad no es solo un objetivo ético, sino un pilar económico fundamental. Esta visión fue el eje central del mensaje de Jesper Brodin, CEO de Ingka Group (el principal franquiciado de IKEA), durante su intervención en la reciente Climate Week 2025, celebrada en Nueva York del 21 al 28 de septiembre.

En un evento que congregó a más de 100.000 asistentes, Brodin destacó que el liderazgo empresarial es esencial para alcanzar las metas climáticas. “La solución al cambio climático es una transformación económica y técnica. Necesitamos que todos los líderes colaboren porque tenemos prisa”, declaró.

Liderazgo y rentabilidad climática

El CEO de Ikea fue contundente al afirmar que “necesitamos que todos los líderes tengan competencia en sostenibilidad”, y no únicamente los directores de esa área específica. En su opinión, el impacto que las empresas climáticamente inteligentes tienen en el futuro está “liderado por los CEO”, cuyo compromiso es clave para aunar motivaciones éticas, reputación y, sobre todo, resultados económicos.

Para demostrar que la sostenibilidad es rentable, Brodin compartió cifras concretas: desde la adopción del Acuerdo de París en 2015, los ingresos de la compañía han crecido un 24%. Paralelamente, en ese mismo periodo, las emisiones absolutas de carbono (incluyendo toda la cadena de valor, o alcance 1, 2 y 3) han disminuido más de un 30%.

“Existe la obstinada suposición de que la sostenibilidad conlleva un sobrecoste, cuando es todo lo contrario”, sentenció Brodin. Explicó que la mayor parte de la huella de carbono de Ikea proviene de las materias primas (45%) y del uso que los clientes hacen de sus productos en casa (14%). “Si reduces el consumo de energía en estos puntos e implementas energías renovables, ahorras una gran cantidad de costes”, añadió, concluyendo con una idea clara: “ser inteligente con el clima es ser inteligente con los recursos y, por tanto, inteligente con los costes”.